El sábado 8 de febrero, en el polideportivo del colegio Sto. Domingo Fesd de A Coruña, se llevó a cabo la semifinal del XVIII Festival Intercentros 2020, a favor de las instituciones Aspace y Cáritas.

 

  Como todos los años, en torno a estas fechas, las semifinales de las instituciones Intercentros marcan un punto de inflexión dentro de esta actividad, la cual llega así a la parte alta de todo su proceso que empezó en septiembre; a la semana siguiente viene el encuentro de colegios de la ciudad y sus alrededores y, un poco más adelante, la gran y esperada gala final (siempre una semana antes de Semana Santa), que este año se hará en el moderno y funcional edificio de Palexco, mirando a la bahía coruñesa, el sábado 28 de marzo.

  De estas semifinales salen los representantes de las instituciones participantes en los concursos de canción. La música se pone al servicio de los dos proyectos solidarios asumidos, y en este caso, ambos nos hablan de integración social, pero cada uno en su ámbito; Aspace trabaja con personas con discapacidades, producidas por parálisis cerebrales y Cáritas, haciendo otro gran trabajo en el mundo de la marginación (Intercentros le está apoyando con alimentos), con personas que viven en la exclusión social. Ambos proyectos, que a su vez representan dos realidades diversas, forman parte del único proyecto educativo que desde Intercentros Asociación llevan a cabo: enseñar a los alumnos a ver el mundo desde las personas que más lo necesitan; llevando, también, este mensaje a la sociedad entera.

  La semifinal en dominicos no tuvo sorpresas, se llevó según lo esperado de todos los años: se vio un gran nivel en todas las actuaciones y el público, que llenó el polideportivo, disfrutó con cada una de ellas; también, y esto cada años va a más, acompañaron otros colegios e instituciones que forman parte del proyecto Intercentros. Fue una tarde (con buen tiempo incluido) llena de música, de fraternidad entre las familias y de mucha solidaridad.

  Los jóvenes de Aspace vinieron en sus sillas de ruedas para disfrutar de esta tarde; su presencia entre el resto, con aplausos de todo el público, recordó a los presentes cómo los pequeños gestos, sumados a otros tantos, pueden hacer que una realidad social, por difícil que sea, cambie. Las familias también colaboraron con alimentos para la red de economatos de Cáritas.