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Sexta sesión de las Conversaciones de San Esteban

27 de enero de 2011
Sexta sesión de las Conversaciones de San Esteban

Todos pasamos alguna vez en la vida por situaciones difíciles y desconcertantes de dolor y sufrimiento: la muerte de un ser querido, el divorcio o la separación matrimonial, la privación de libertad, la soledad y el desamparo, una enfermedad mortal, etc. Son otras tantas experiencias, en ocasiones traumáticas, que pueden desencadenar auténticas crisis y alterar incluso comportamientos porque la vida parece haber perdido su sentido. ¿Cómo abordar estos sucesos que comportan el riesgo de llevar al desánimo, la decepción y la tristeza del aparente fracaso en la vida?

El dominico Carlos Robles Candanedo, orientador pastoral y familiar, fue desgranando una bella y sugerente reflexión sobre el tema al hilo del relato evangélico de los caminantes de Emaús (Lc 24, 13-35) para encontrar en el mismo criterios y pautas de actuación en tales situaciones. ¿Cómo hacer el camino de Jerusalén a Emaús para volver de nuevo, transformados, al lugar de partida? Porque el relato evangélico capta la pregunta de todo ser humano: ¿es posible encontrar el camino de recuperación en situaciones de profunda decepción y duelo? ¿Cómo percibir la presencia reconfortante del acompañante anónimo y silencioso que provoca, desde su aparente debilidad e impotencia, el legítimo desahogo para suscitar finalmente una confrontación empática que ayuda a crecer y madurar?

Son otras tantas preguntas que han encontrado respuesta en la tradición cristiana. Baste el testimonio del Discurso a Diogneto (s. II), donde se afirma que los cristianos “daban muestras de un tenor de peculiar conducta”. ¿A qué se debía? Como alguien ha dicho: “el sufrimiento es como el megáfono de Dios que nos despierta de nuestros sueños”. Cuestiona posibles creencias ingenuas en un Dios intervencionista y controlador de nuestro destino. Serena y purifica la fe del creyente. De ahí que el reconocimiento de Jesús por parte de los discípulos desembocara en la inmediata comunicación a los suyos y en la búsqueda común de una vida nueva, cargada de esperanza.

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