Tras haber comenzado el noviciado hace mes y medio, el sábado 19 de octubre, tuvo lugar en el convento Santo Tomás de Aquino de Sevilla la ceremonia de vestición del hábito para siete jóvenes novicios dominicos: fray Frisky Sánchez Abarua (República Dominicana), fray José Lázaro Fontes Espinosa (Cuba), fray Luis Alfonso Vera Vargas(Venezuela), fray David Martín Gómez (España), fray José Antonio Obiang Ekuaga Okomo (Guinea Ecuatorial), fray José Gregorio Suescún Albarrán (Venezuela) y fray Felipe Bula Mecha (Guinea Ecuatorial).

  La eucaristía fue presidida por el Prior Provincial de Hispania, fray Jesús Díaz Sariego, acompañado por el Vicario Provincial de la Provincia del Rosario en Venezuela, fray Kleyver García. También asistieron frailes y estudiantes de diversas partes de las provincias de Hispania y del Rosario, quienes participaron de manera cercana y fraterna en este significativo paso del proceso formativo. Asimismo, participaron miembros de las fraternidades laicales, monjas de los monasterios de Sevilla, miembros de las comunidades de San Jacinto y Santo Tomás de Aquino y jóvenes del Movimiento Juvenil Dominicano (MJD).

  La vestición del hábito en la Orden de Predicadores representa un momento trascendental de transformación y compromiso. Al ponerse el hábito, el nuevo miembro se integra formalmente a la comunidad, asumiendo la misión de predicar el Evangelio y vivir los valores de la Orden. El hábito, símbolo de humildad y servicio, refleja la identidad dominicana, que valora la contemplación y el aprendizaje.

  Durante la homilía, fray Jesús Díaz comenzó con la misma pregunta que Jesús dirigió a los hijos de Zebedeo (Jn 10,36): «¿Qué queréis que haga por vosotros?» Esta pregunta suscita un anhelo de descubrir la propia vocación desde la humildad y el encuentro con los demás. Se abre, así, un camino renovado en la vida del novicio dominico cuando, postrado en el suelo, se le pregunta: «¿Qué pides?» A lo que responde: «La misericordia de Dios y la vuestra». Estas preguntas, que pueden parecer sencillas, nos estimulan a despojarnos de nosotros mismos y a confiar en la misericordia de Dios y en la de nuestros hermanos.

  Fray Jesús también reflexionó sobre el hábito que nos distingue, subrayando la dimensión misionera y evangelizadorade los frailes predicadores y nuestro compromiso de oración por quienes más sufren. Citó el poema del poeta dominico fray José María Guervós: «Yo tengo un hábito, blanco como una vida que empieza y, como un grito de muerte, lo cubre una capa negra...». Este poema nos invita a adentrarnos en la realidad de un nuevo lenguaje en nuestra vida, que se manifiesta a través del hábito como símbolo externo.

  Los novicios fueron revestidos, uno a uno, con el hábito propio de los frailes predicadores mientras se invocaba al Espíritu Santo con el canto del «Veni Creator». Una vez vestidos con el hábito blanco y negro, los novicios se postraron nuevamente en el suelo, antes de recibir el abrazo del Prior Provincial y del Vicario.

  Al concluir la eucaristía, los novicios tuvieron la oportunidad de compartir en un ágape la alegría de portar el hábito de santo Domingo, tanto con la familia dominicana presente como con sus familiares y amigos.

  Esta vivencia de la toma del hábito es única, ya que nos invita a despojarnos del hombre viejo y a revestirnos del hombre nuevo (Col 3,9-10). Para nosotros, el hábito no es simplemente un atuendo, sino que representa nuestra identidad, lo que somos, y nuestra pertenencia. Nos identifica como familia, pero, sobre todo, apela a nuestra responsabilidad como dominicos.