La familia dominicana se dio cita el pasado 24 de mayo en la Basílica de San Vicente Ferrer, Valencia, para celebrar la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. La ceremonia se realizó en la fecha de la memoria de la Traslación, conocida de este modo en recuerdo al traslado del cuerpo del santo, doce años después de su muerte.

Cumpliendo con una antigua tradición, el día de la fiesta de santo Domingo predica en el convento de los dominicos un franciscano, del mismo modo que lo hace un dominico en la fiesta de san Francisco. Este año presidió la celebración el provincial de los frailes menores en Valencia, Aragón y Baleares, fray Juan Carlos Moya, quien comenzó sus palabras recordando su paso como estudiante por la sección dominicos de la Facultad de Teología y trayendo a la memoria a antiguos profesores que ya no están entre nosotros.

En su homilía resaltó los valores evangélicos y se refirió directamente a la autenticidad del seguimiento de Jesús y la necesidad de un testimonio coherente y veraz. La misa estuvo animada por el coro de la universidad de Providence de los dominicos de Estados Unidos, que interpretó, entre otra piezas, Panis Angelicus y por el coro del conservatorio de Valencia.

Terminado el acto religioso la basílica fue escenario de un concierto por ambos coros que enlazaron sus voces en una pieza final bajo la dirección del maestro de Providence. La jornada concluyó un ágape fraterno en los salones del convento con la alegría de celebrar la fiesta del Doctor de la Verdad