Presentación de un libro de poemas y escritos de Fray José María Guervós Hoyos
19 de marzo de 2024La vida y obra poética de este religioso dominico, salmantino de nacimiento, se ha presentado como un libro bajo el título 'Fray José María Guervós Hoyos, O.P, Cofrade del Nazareno de San Julián', reuniendo en un único volumen toda su poesía y escritos diversos, labor llevada a cabo por Fr. Bernardo Fueyo.
La Cofradía del Nazareno de San Julián, a la cual perteneció antes de entrar a la Orden, ha sido la primera promotora de esta iniciativa para recuperar la memoria de este religioso y también parte de la historia de esta asociación penitencial.
En el acto intervino, entre otros, su sobrino, Hermano Mayor de esta cofradía, José María de Santiago; los vínculos familiares, y el cariño desde el cual habló de su "tío Pepe", hicieron del acto, algo especial.
Fr. José María llevaba el arte en su ser. Poesía, teatro, literatura, fueron para este religioso modos de predicar y de contar la vida desde Dios; quienes le conocieron le recuerdan, además, como un orador brillante. Su poesía mística, con un prosa muy lograda, hablan de la vida, del nazareno, de la cruz y de la resurrección, por momentos convirtiéndose en su propia biografía hecha palabras.
En el acto se leyeron fragmentos de su poesía, como se pueden ver en el vídeo. Y Fr. Bernardo, junto con destacar su biografía y características de su obra, leyó la poesía más célebre de este religioso, Yo tengo un hábito blanco de 1948, donde dice: "Yo tengo un hábito, blanco como una vida que empieza y como un grito de muerte, lo cubre una capa negra. Y es perfecto, que al mirarlo, vida y muerte se recuerdan y vida y muerte se hermanan y se amigan y se besan".
La publicación, de 112 páginas, ha sido editada por la editorial San Esteban Edibesa, con el patrocinio de la Junta de Semana Santa de Salamanca, el Excmo. Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León.
Sobre Fr. José María Guervós O.P.
José María Guervós Hoyos, O.P, nació en Salamanca en 1915 y siempre estuvo vinculado a la Congregación de Jesús Nazareno, a la que perteneció hasta su muerte en 2.001, incluso después de ingresar en la Orden de predicadores. Como dice el Padre Fueyo: "Siempre consideró un privilegio llevar sobre su pecho la cruz de plata de los cofrades, y en algunos de sus poemas y textos en prosa dejó reflejados sus sentimientos personales al respecto".
El libro recoge textos y poemas referidos al Nazareno de San Julián, a sus símbolos, anécdotas de cofrades y los sentimientos que impregnaban aquellas Semanas Santas de mediados del siglo XX. Pero es mucho más, nos habla de su vocación, de "su otro gran amor" que es la Virgen María, de su ciudad, Salamanca y de su paisaje, la encina. Todo ello desde una honda espiritualidad y con una enorme sencillez de lenguaje.
El dominico Fueyo Suárez es el mayor especialista de la obra de Guervós y se ha dedicado con ilusión y esfuerzo a la divulgación de la poesía de este salmantino universal. Autor, entre otras muchísimas publicaciones, de 'Obra Poética', antología del padre Guervós.
Yo tengo un hábito blanco (1948)
Yo tengo un hábito, blanco
como una vida que empieza
y como un grito de muerte,
lo cubre una capa negra.
Y es perfecto, que al mirarlo,
vida y muerte se recuerdan
y vida y muerte se hermanan
y se amigan y se besan.
Y no es ya la muerte signo
de terrores y tristezas;
no es ya ni muerte tan solo,
que es ¡puerta de vida eterna!
Yo tengo un hábito, blanco
como una vida que empieza,
que por amor a la muerte
se cubre con capa negra.
Vida y muerte de la mano,
juntas por la misma senda.
¡Qué meditación tan honda
mi cuerpo sobre sí lleva!
La muerte, con sus abismos.
La vida, con sus promesas.
Blanco es el hábito mío
lo mismo que la azucena.
Y negro como la noche
de huracanes y tormentas.
Blanco, como la sonrisa.
Negro, como la tristeza.
Blanco como la alegría
y negro como la pena.
Blanco, como nieve virgen.
Negro, como la ilusión muerta.
Es blanco, como la luna
y su cortejo de estrellas;
es negro como los vientos
gritando entre ramas secas.
Es blanco, como la espuma
que el mar regala a la arena.
Es negro, como el pecado,
- signo y cruz de penitencia.
Es blanco, como la fe,
blanco, como la pureza,
y porque quiso María,
- bendita Madre- que fuera,
es ¡blanco como la Hostia
que el Cuerpo del Hijo encierra!
¡Qué meditación más honda
mi cuerpo sobre si lleva!
La vida y la muerte juntas
como alegres compañeras,
¡qué prodigio de equilibrio
y qué lección de prudencia!
Negro y blanco, muerte y vida
seguiréis siendo en la tierra,
pero en el cielo seréis
negro y blanco, ¡vida eterna!
Fray José María Guervós Hoyos, O.P